La Virgen y su hijo salen de la iglesia pero pasean por el pueblo por distintas calles hasta encontrarse en la plaza, mientras se canta
La Virgen, con Judas colgado.
Preguntando a los lugareños, el señor Cesáreo Lahiguera nos cuenta, que al acabar la procesión los jóvenes apaleaban al Judas.
Si tenéis anécdotas, fotos, rezos etc podéis compartirlos con todos los campillanos
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